qué misteriosa es la muerte

que a la vida convierte

en exacerbada metáfora.

ikú ronda es nuestra suerte

el destino llega, toma nota

y con su corona lo revierte.

de la mano el maestro hora

va tejiendo poesía

somos ya una honda dinastía

somos sangre de tu sangre.

sin imaginármelo ahora lloro

no es tu ausencia

es la conmoción de la trascendencia

que rauda impacta mis recuerdos

en tu mano dulce acobijada

guarda mi infancia la ternura

tu incondicionalidad me resguardaba

junto a tu ímpetu estaba segura.

me suenan a sonetos estos versos

será que he leído tantos estos días

los que mi abuelo te escribía

ahora en nuestros espíritus inmersos.

nos dejas tristes abuelita

es la soledad de no tenerte

aunque la nostalgia te tenía inerte

tu partida me hace sentir chiquita.

después de tanto todo, de tanta vida, de tanta muerte

la revolución se me agolpa adentro

soy espiral concéntrica, soy vorágine, soy tu suerte

las banderas siguen su movimiento.

se me aprietan las lágrimas

y transmuto en fortaleza

en tu motivación inacabable

en tu desfachatada belleza

ahora lo entiendo

soy en alma tu legado

soy la guerrera cósmica que creció a tu lado.

hasta siempre mamamama

hasta la victoria siempre

V i o l e t a.